1. Las mascotas ayudan a desarrollar el sentido de la responsabilidad y el amor en los niños.
Tener una mascota puede hacer que un niño sienta la importancia de cuidar y prestar atención a los demás. Especialmente en las familias monoparentales, la mayoría de ellas están centradas en el niño y éste está acostumbrado a ser querido por los demás. El amor puede desarrollarse a través de la tenencia de una mascota, a la que el niño debe proporcionar comida, agua, bañar y acariciar, entre otras cosas. El niño aprende a cuidar del animalito y, al mismo tiempo, aprende a cuidar de los demás. Desarrolla el sentido de la responsabilidad y ayuda a los niños a adquirir buenos hábitos de cuidado de los demás y respeto por la vida.
Por ejemplo, si hay que alimentar y limpiar regularmente al gatito en casa, el niño tendrá que asumir cierta responsabilidad para cumplir estas tareas. Esta experiencia le servirá al niño para saber compartir y cuidar.
Si a algunos padres les molesta que las mascotas estropeen el ambiente de casa, también pueden optar por criar una tamagotchi original para sus hijos.
2. Los animales de compañía ayudan a reducir la ansiedad y el estrés de los niños
Algunos estudios han demostrado que interactuar con mascotas puede liberar el estrés físico y mental, haciendo que las personas se sientan más relajadas y felices. En el caso de los niños, tener una mascota puede reducir la ansiedad y el estrés, permitiéndoles afrontar los retos de la vida con más confianza y positividad. Un estudio australiano descubrió que los niños sin hermanos se benefician especialmente de las mascotas, quizá porque éstas a veces actúan como hermanos. Para los niños con un solo hijo, las mascotas no sólo son compañeros, sino también una fuente de consuelo y apoyo. Los animales tienen poderes curativos naturales, y cuando confían en sus mascotas o comparten sus sentimientos más íntimos, la atención y la respuesta de la mascota pueden ayudar a curar las heridas del niño.
Se ha comprobado que la tenencia de animales de compañía está asociada a mayores niveles de empatía en los niños. Para los niños con autismo y sus familias, cuidar de una mascota puede ayudar a reducir el estrés y puede crear oportunidades para establecer relaciones de apoyo mutuo.
La entrada de un gatito llamado Thula en la vida de la niña hizo que ésta pasara de mostrarse distante hacia el gatito a ganarse poco a poco el corazón de la niña, lo que la ayudó a salir de su estado de agitación con el paso del tiempo. Diagrama esquemático (Foto: imagen web)
Una niña llamada Iris sufre de autismo, un pequeño gato llamado Thula en la vida de la niña, de la frialdad hacia el pequeño gato, y más tarde poco a poco ganó el corazón de la niña, a medida que pasa el tiempo, este pequeño gato para ayudar a la niña a deshacerse de la agitación, comenzó a estar dispuesto a hablar con otras personas, un poco de su propio mundo cerrado salió dispuesto a responder al mundo, y llegar a ser suave y tranquilo. El gatito Thula también se convirtió en la parte más importante de su vida.
3. Las mascotas ayudan a reforzar la inmunidad del niño
Un contacto estrecho y adecuado con los animales de compañía puede ayudar a los niños a reforzar su inmunidad y reducir la posibilidad de enfermedades. Algunos estudios han demostrado que el contacto con mascotas puede ayudar a los niños a reforzar su propio sistema inmunitario y reducir la incidencia de enfermedades como el asma y las alergias. Algunos expertos médicos también creen que los alérgenos de los gatos y los perros son los mismos que los alérgenos comunes en la naturaleza, y que los niños que tienen más contacto con gatos y perros a una edad temprana tendrán un sistema inmunitario que se adaptará antes y será menos propenso a las alergias cuando crezcan.