Cuando comienzan las clases, siempre hay miles de padres ya están comprando los útiles y uniformes escolares, incluido el de Educación Física. Pero elegir la zapatilla adecuada para esta clase no es algo que deba tomarse a la ligera, ya que sólo seleccionando la correcta podrán evitar que sus hijos sufran lesiones, esguinces o torceduras.
Lo más probable es que al ir a la tienda los niños escojan las zapatillas niño que está de moda o aquellos con colores llamativos. Sin embargo, es probable que estos modelos no cumplan con las exigencias deportivas necesarias. Es recomendable que utilicen las zapatillas niños con capacidad de absorber impactos porque realizan una gran actividad física.
La zapatilla deportiva es una buena opción si cumple los requisitos de ser flexible y transpirable. Su principal problema suele ser una escasa capacidad de aireación, lo que favorece la sudoración, la maceración de la piel y la aparición de infecciones por hongos.
Las extremidades inferiores soportan seis o siete veces el peso del cuerpo al correr y saltar, lo que significa que, si un niño pesa 30 kilos, ejercerá una presión equivalente a 200 sobre sus pies, y luego de muchas sesiones, las diferentes partes del pie y tobillo pueden verse afectadas si la zapatilla no es el correcto.
Saltos y rebotes
Lo primero que se debe considerar a la hora de comprar zapatillas niño, es que durante las clases de Educación Física los niños realizarán saltos, carreras, rebotes, caminatas y trote, entre otras actividades, por lo tanto, necesitarán una zapatilla que responda a todas esas funciones. En este sentido, lo mejor es que utilicen una zapatilla de running, ya que su estructura permitirá realizar los ejercicios de manera más cómoda y segura.
Es que opten por adquirir zapatillas con cordones en vez de velcro, ya que dan mayor firmeza al pie, y asegurarse que la planta de la zapatilla sea antideslizante, esto significa que la superficie debe ser rugosa y con dibujo, nunca lisa. Además, también debes prestar atención a los siguientes puntos.
Debe tener una longitud aproximadamente un centímetro mayor que el pie. Si es menor apretará los dedos, especialmente por la tarde y si es mayor provoca cansancio al caminar.
Debe ser flexible para permitir el movimiento libre del pie.
La suela debe ser elástica y permitir la flexión del pie mientras camina. Debe poder flexionar la suela dla zapatilla con las manos.
Se recomienda que el dibujo de la suela sea multidireccional para que evite que el niño resbale.
No debe de tener tacón o debe ser mínimo y nunca debe tener prolongaciones hacia la puntera en la parte interna (el llamado tacón de Thomas).
No debe llevar ningún tipo de plantilla “correctora”. El pie sano no la necesita y pueden producir molestias.
El contrafuerte es la parte posterior, debe sujetar el pie y cubrir justo por encima del talón, pero no más arriba para permitir el movimiento libre del tobillo. La parte posterior del pie debe estar siempre sujeta, aunque sea sólo por una pequeña correo o goma. Las chanclas no son adecuadas porque el niño debe hacer un trabajo extra de agarre con los dedos para no perder la zapatilla al caminar.
Deben estar confeccionados con materiales transpirables para evitar la sudoración excesiva y las afecciones cutáneas como infecciones micóticas.
En general no se recomienda el uso de botas porque no permiten una correcta movilidad del tobillo. El niño pequeño puede usar botitas flexibles de caña baja para evitar que se descalce cuando corre.